El retorno de un ídolo
>> miércoles, 2 de marzo de 2011
David Villa volverá a pisar esta noche el césped de Mestalla, estadio que le vio celebrar innumerables goles vestido con la camiseta del Valencia. A orillas del Turia 'El Guaje' se hizo un nombre en el panorama futbolístico mundial, convirtiéndose en ídolo de la afición valencianista.Crecer. Esa palabra ha estado unida a la carrera de David Villa. Llegó en el verano de 2005 procedente del Zaragoza. El Valencia pagó por él 12 millones de euros más el IVA, es decir, la cláusula de rescisión por un delantero que había marcado 32 goles (17 en la primera y 15 en la segunda) en dos años en La Romareda. Apuntaba buenas maneras, pero casi nadie pensaba que pudiera llegar a ser lo que es, un auténtico crack. En su primera temporada logró 25 goles en Liga, erigiéndose en ídolo de un Valencia de Champions. A partir de ahí su ascendencia en el equipo fue aumentando, a la par que crecía la pasión que por el sentía la afición 'ché'. Poco a poco Villa se convirtió en el murciélago del escudo valencianista, en el faro de las esperanzas de una afición que de su mano se había acostumbrado a ganar.
Villa no paraba de crecer, y ese crecimiento suponía un problema: como cualquier futbolista, El Guaje deseaba ganar, ganar títulos, ascender futbolísticamente. En el verano de 2009 parecía que su ciclo en la capital de Turia se había acabado. Madrid y Barça pujaban por él, y el Valencia, necesitado de dinero, parecía ansioso por venderle. Por unas cosas y otras el traspaso no se llevó a cabo, y el asturiano finalmente permanecía a las órdenes de Unai Emery.

Villa podría haber forzado la máquina, declararse en rebeldía para lograr su objetivo de luchar por cotas más altas, pero eso no iba con su forma de ser. El Guaje se sentía de verdad querido en el Valencia, estaba muy agradecido por todo lo que había logrado allí, y no olvidó que el club ché fue el que apostó por él cuando era una joven figura aún por pulir. Prefirió ser profesional, acordó con Llorente su salida para el próximo año y se quedó una temporada más en el Valencia.Rindió al mismo nivel que siempre, y dejó el equipo clasificado para la Champions.
Al final, Villa estuvo cinco temporadas en el club, logró 129 goles y una Copa del Rey, unas cifras que muestran claramente el compromiso y la dedicación que este asturiano de 29 años tuvo con su equipo. Esa profesionalidad y las educadas maneras en que David dejó el club han hecho que hoy su regreso no se vea envuelto en odio, como ocurre muchas veces con los jugadores que vuelven tras ser traspasados a Barça o Madrid. "Si marco en Mestalla no lo celebraré", ha afirmado Villa horas antes del partido, algo lógico viendo la idílica relación que mantiene con esta ciudad.
Tras superar el angustioso trago del juicio que mantiene con su ex representante Jose Luis Tamargo, Villa ha llegado en jet privado a Valencia y parece que podrá disputar el partido sin problemas. Desde aquí deseamos que así sea, para que tanto él como la afición de Mestalla puedan rendirse el homenaje que se merecen. Villa merece disfrutar de su retorno, un día que será muy especial para él, y la afición debe recibirle con todo su cariño y una gran ovación. Cuando suene el silbato y comience el partido habrá tres puntos en juego y eso será otro cantar, pero todos los goles y las alegrías vividas no pueden caer en el olvido, Villa no puede ser otro Mijatovic.
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